La mañana del 8 de abril de 1994, un electricista llamado Gary Smith encontró el cadáver de Kurt Cobain, cuando acudió a su casa para instalar un sistema eléctrico de seguridad. Las autoridades dictaminaron que él mismo se había volado la cabeza con una escopeta Remington, después de haberse inyectado una sobredosis de heroína y de haber escrito una carta de despedida en la que citó a Neil Young: "Es mejor arder que desvanecerse". Sin embargo, muchos apuntaron a Courtney Love, la esposa de Kurt, como la responsable e incluso autora intelectual de su muerte, aunque esto nunca se ha podido demostrar. Los restos mortales de Kurt Cobain fueron incinerados. Un tercio de sus cenizas se esparcieron en un templo budista de New York; otro tercio fue esparcido en el río Wishkah y el último fue entregado a su viuda, Courtney Love.