En el 2007, el guitarrista de los Rolling Stones, Keith Richards, aseguró en unas declaraciones que se había esnifado durante una juerga las cenizas de su padre, fallecido en 2002: "¿La cosa más rara que he intentado esnifar? Mi padre. Me esnifé a mi padre. Fue incinerado y no pude resistir hacerme un tirito con él. A mi padre no le habría molestado, no le importaba una mierda". Pero días después salió al paso del revuelo levantado por dichas declaraciones y aseguró: "Toda la historia ha sido un malentendido. La verdad del asunto es que planté un roble inglés. Destapé la urna de las cenizas y ahora él (su padre) está criando el árbol y me querría por ello". Posteriormente, el periodista que consiguió las primeras y polémicas declaraciones de su Satánica Majestad, Mark Beaumont, insistió en la veracidad de las mismas: "No fue fácil sacarle la información, tuve que preguntarle por ello varias veces para conseguir esa información. No fue algo que dijera a la ligera".