El 16 de enero de 1980, Paul McCartney fue arrestado en el aeropuerto internacional de Narita, Japón, cuando los agentes de la aduana encontraron 219 gramos de marihuana escondidos en su equipaje. McCartney había acudido al país del sol naciente para ofrecer una serie de conciertos con su grupo The Wings y tuvieron que ser cancelados tras el arresto. Después de pasar nueve días en una cárcel de Tokio, Paul McCartney fue deportado a Gran Bretaña acusado de posesión y consumo de marihuana, algo bastante inaudito, si tenemos en cuenta que en aquellos días ese delito estaba penado en Japón con 7 años de trabajos forzados.