A finales de los años veinte, dos músicos e inventores de Los Ángeles, John Dopyera y George Beauchamp, se interesaron en el problema de cómo hacer que una guitarra sonara más fuerte. Después de algunos intentos, a Dopyera se le ocurrió hacer una guitarra de cuerpo metálico, con discos de aluminio en su interior. Descubrieron que este tipo de guitarra sonaba de tres a cinco veces más fuerte que una guitarra normal, y que este tipo de guitarra se prestaba muy bien para la técnica "slide guitar", que consiste en usar un tubo de metal o vidrio para "pisar" las cuerdas, mientras que con la otra mano se tañen las cuerdas. Este estilo de ejecutar la guitarra es muy usado en el blues, en el country y en la música hawaiana. Emocionados con su invento, Dopyera y Beauchamp fundaron en 1927 la National String Instrument Co., que patentó el diseño de la guitarra. Dicho instrumento se hizo popular rápidamente entre los músicos de blues y country, lo cual hizo que la compañía creciera muy rápido. Desgraciadamente, el éxito trajo la discordia y Dopyera se las arregló para sacar a Beauchamp de la compañía. Después de la partida de Beauchamp, Dopyera empezó a tener problemas económicos, por lo que vendió la compañía, pero se las arregló para seguir fabricando las guitarras metálicas asociándose con su hermano. La nueva compañía se llamó Dobro. Por otra parte Beauchamp no se estuvo quieto: decidió desarrollar otra de sus ideas para hacer una guitarra más sonora. Ya desde 1927, había estado haciendo experimentos con agujas de gramófono y cuerdas metálicas clavadas en una tabla de madera. Se dio cuenta de que si pudiera inventar un dispositivo capaz de recoger las vibraciones de las cuerdas, transformándolas en variaciones de una corriente eléctrica, podría entonces amplificar dichas variaciones usando un amplificador de señales de radio. Después de muchos meses de ensayo y error, Beauchamp, con la ayuda de Paul Barth, pudo desarrollar una pastilla con dos imanes en forma de herradura y seis bobinas eléctricas. El prototipo tuvo éxito, por lo que Beauchamp pidió a Harry Watson, un hábil artesano, que construyera un cuerpo para la guitarra. En unas cuantas horas, Watson talló el brazo y el cuello de una guitarra, que por su forma, fue apodada The Frying Pan (La Sartén), y Beauchamp pasó a la historia como el inventor de la guitarra eléctrica.
