En noviembre de 1975, la nueva formación de Deep Purple, compuesta por Jon Lord, Ian Paice, David Coverdale, Glenn Hughes y Tommy Bolin, partió hacia Honolulu, punto de arranque de su primera gira mundial juntos. El itinerario había sido planificado para que tocaran en Asia y Oceanía y después llegaran a Estados Unidos y, sobre todo, al Reino Unido en perfecta forma. A pesar de que sobre el escenario la gira empezó bien, fuera de él se produjo un hecho trágico que no pareció augurar nada bueno. En el hotel de Yakarta uno de los roadies del grupo se precipitó accidentalmente por el hueco del ascensor. Ensangrentado y quemado por el agua caliente de las tuberías que rompió durante la caída, logró salir por su propio pie y llegar a la recepción para pedir ayuda, pero falleció en la ambulancia camino del hospital. Como consecuencia, dos miembros del equipo y el mánager de la banda fueron detenidos bajo acusación de asesinato. Les retuvieron hasta que un par de días después el testimonio de dos testigos demostró su inocencia. Durante la noche posterior al incidente, los Deep Purple actuaron ante 150.000 personas con una fuerte presencia policial. Al poco de comenzar el concierto, la policía cargó contra el público, utilizando incluso perros, que mordieron a varios espectadores ante la mirada horrorizada de los músicos. El resultado fue 200 heridos de gravedad y un recuerdo de pesadilla para los miembros del grupo.