En mayo de 2008 las cenizas del difunto Kurt Cobain, cantante de Nirvana, fueron sustraídas de la mansión de Courtney Love, quien se mostró muy afectada por el robo e inclusó llegó a decir que si no le devolvían las cenizas de su amado esposo se suicidaría. Unos meses después Natascha Stellmach, una artista australiana de origen alemán, anunció que se fumaría las cenizas de Kurt Cobain, mezcladas con marihuana, como parte de una exposición de arte sobre la muerte, llamada "Set Me Free", en la galería Wagner + Partner de Berlín. La siniestra performance tendría lugar el 11 de octubre de 2008, y con ella la artista pretendía liberar simbólicamente a Cobain del circo mediático. En el momento en que trascendió la noticia, miles de fans de Nirvana empezaron a sospechar que las cenizas efectivamente pertenecieran a Kurt Cobain. Cuando le preguntaron a Natascha Stellmach cómo las había conseguido, la artista señaló: "Eso es confidencial y casi mágico. Vinieron a mí. Y lo voy a liberar".
Sin embargo no todo el mundo pudo presencia "la mística liberación de Kurt Cobain", ya que el acto se celebró en una habitación privada donde solamente pudo entrar un reducido y privilegiado grupo de invitados sin cámaras fotográficas y sin móviles. La performance se llevó a cabo como estaba previsto, pero no sé sabe con certeza si las cenizas que Natascha Stellmach se fumó eran realmente las de Kurt Cobain, ya que Alan Nierob, representante de Courtney Love, en cuanto tuvo conocimiento de lo que la artista pretendía, se apresuró a desmentir el robo de las cenizas, declarando que "nunca fueron robadas" y que la historia fue "erróneamente contada". Nierob quiso así dejar en evidencia a Stellmach y sus galeristas, y aseguró que todo aquello era "una farsa". Tras la muerte y cremación de Cobain, un tercio de sus cenizas quedaron en poder de Courtney Love mientras que otro tercio se esparció en un monasterio budista en Ithaca, Nueva York, y el resto fue arrojado al río Wishkah, en el estado de Washington.
Sin embargo no todo el mundo pudo presencia "la mística liberación de Kurt Cobain", ya que el acto se celebró en una habitación privada donde solamente pudo entrar un reducido y privilegiado grupo de invitados sin cámaras fotográficas y sin móviles. La performance se llevó a cabo como estaba previsto, pero no sé sabe con certeza si las cenizas que Natascha Stellmach se fumó eran realmente las de Kurt Cobain, ya que Alan Nierob, representante de Courtney Love, en cuanto tuvo conocimiento de lo que la artista pretendía, se apresuró a desmentir el robo de las cenizas, declarando que "nunca fueron robadas" y que la historia fue "erróneamente contada". Nierob quiso así dejar en evidencia a Stellmach y sus galeristas, y aseguró que todo aquello era "una farsa". Tras la muerte y cremación de Cobain, un tercio de sus cenizas quedaron en poder de Courtney Love mientras que otro tercio se esparció en un monasterio budista en Ithaca, Nueva York, y el resto fue arrojado al río Wishkah, en el estado de Washington.
Fuente: Musicradar