Si hace unos días hablábamos de Owen Brown, de 82 años, como el heavy más viejo del mundo, hoy no nos queda más remedio que hablar de Margaret Priebe, quien a sus 85 años de edad ha arrebatado ese preciado título al bueno de Owen. Margaret es una dulce anciana que ha sobrevivido a un cáncer, y que es fan de Metallica desde hace más de una década. Según ella misma ha declarado, gracias a su reproductor MP3, a Judas Priest, a Ozzy Osbourne, y sobre todo gracias a Metallica, pudo superar los momentos más difíciles de su enfermedad y las sesiones de quimioterapia. Jim Priebe, su hijo, nunca olvidará cómo se enteró de que su madre era toda una metalera. "Hace 9 años llamé por teléfono a mi madre para comprobar que se encontraba bien, cuando a través del teléfono escuché un sonido atronador que parecía provenir del garaje. Entonces le dije "¿Qué es ese ruido mamá? Y ella gritó: '¡Metallica!'. Resulta que mamá era toda una metalhead". "Me gusta Metallica, no hay nada de malo en ellos. La gente piensa que soy rara. Pero lo siento, me gusta la música fuerte", declaró Margaret. En su casa, encima de una mesa, que está al lado de su sillón favorito, reposa un DVD sobre el arte de coser al lado de una lupa gigante y de un ejemplar de The Rough Guide to Heavy Metal, una revista dedicada a los 4 componentes de Metallica.
"A mi madre le gusta sobre todo Lars Ulrich y su manera de tocar la batería", dice Jim, de 48 años. A lo que ella responde: "Lars es muy guapo. Pero me gustan todos". El diario St. Petersburg Times al enterarse de la historia de esta entrañable anciana, a la que le han puesto el sobrenombre de The Metalhead Mama, decidió hacerle una entrevista. Cuando le preguntaron si le gustaría conocer a los Metallica, Margaret sonrió y respondió: "Oh, claro", y agregó "¡Sería un sueño, pero no sabría qué decir! ¡Estaría tan nerviosa! A lo que el entrevistador respondió: "No se preocupe, Margaret. Probablemente Metallica tampoco nunca haya conocido a un fan suyo de 85 años de edad". Finalmente la historia llegó a oídos de los miembros del grupo, quienes conmovidos decidieron invitar a Margaret al backstage después del concierto que se celebró en el St. Pete Times Forum, Tampa, y así poder hacer realidad el sueño de esta entrañable anciana. Durante el concierto, al que acudieron 18.000 personas, James Hetfield le dedicó la canción "Nothing Else Matters". Cuando por fin se reunieron en el backstage, el batería Lars Ulrich le dijo a Margaret: "¡Hey, por fin tenemos aquí a la fan número 1 de Metallica!". Luego James Hetfield se inclinó ante ella y le preguntó: "¿Te importa si te abrazo?", a lo que Margaret con una gran sonrisa respondió que no. Después le firmaron una copia de su nuevo álbum Death Magnetic y le regalaron una camiseta. Tras cumplir su sueño, esta entrañable anciana declaró: "Ellos son como yo había pensado que serían, muy agradables".
"A mi madre le gusta sobre todo Lars Ulrich y su manera de tocar la batería", dice Jim, de 48 años. A lo que ella responde: "Lars es muy guapo. Pero me gustan todos". El diario St. Petersburg Times al enterarse de la historia de esta entrañable anciana, a la que le han puesto el sobrenombre de The Metalhead Mama, decidió hacerle una entrevista. Cuando le preguntaron si le gustaría conocer a los Metallica, Margaret sonrió y respondió: "Oh, claro", y agregó "¡Sería un sueño, pero no sabría qué decir! ¡Estaría tan nerviosa! A lo que el entrevistador respondió: "No se preocupe, Margaret. Probablemente Metallica tampoco nunca haya conocido a un fan suyo de 85 años de edad". Finalmente la historia llegó a oídos de los miembros del grupo, quienes conmovidos decidieron invitar a Margaret al backstage después del concierto que se celebró en el St. Pete Times Forum, Tampa, y así poder hacer realidad el sueño de esta entrañable anciana. Durante el concierto, al que acudieron 18.000 personas, James Hetfield le dedicó la canción "Nothing Else Matters". Cuando por fin se reunieron en el backstage, el batería Lars Ulrich le dijo a Margaret: "¡Hey, por fin tenemos aquí a la fan número 1 de Metallica!". Luego James Hetfield se inclinó ante ella y le preguntó: "¿Te importa si te abrazo?", a lo que Margaret con una gran sonrisa respondió que no. Después le firmaron una copia de su nuevo álbum Death Magnetic y le regalaron una camiseta. Tras cumplir su sueño, esta entrañable anciana declaró: "Ellos son como yo había pensado que serían, muy agradables".
Fuente: Tampa Bay Times