A finales del año 2012, Ian Watkins, cantante del grupo Lostprophets, fue arrestado cuando la policía descubrió que, supuestamente, estaba implicado, junto con dos mujeres más, en una trama para violar a una niña de sólo un año de edad. Fue acusado de seis delitos sexuales contra menores de edad, incluyendo cargos de conspiración para participar en actividades sexuales con una mujer menor de trece años, tres cargos de posesión, fabricación y distribución de pornografía infantil, y posesión de imágenes de zoofilia extrema. Finalmente, fue condenado a treinta y cinco años de prisión, tras declararse culpable de los abusos, incluido el intento de violación a un bebé. En la actualidad, Ian Watkins cumple condena en una cárcel que alberga a algunos de los peores criminales de Gran Bretaña, llamada Monster Mansion, en Wakefield, Yorkshire.
Fuente: The Guardian