El 21 de junio de 2013, Anthony Kiedis, cantante del grupo Red Hot Chili Peppers, fue atacado en la entrada del lujoso hotel Four Seasons de Filadelfia por un guardia de seguridad de los Rolling Stones que lo confundió con un fan de la banda. Todo sucedió después de que el cantante, que lucía un vistoso bigote e iba vestido de una manera muy informal, empujara a un guardaespaldas de los Rolling Stones que se interpuso en su camino cuando pretendía entrar en el hotel con una joven, para dirigirse a su habitación. Enseguida otro guardia se le echó encima y todos terminaron en el suelo forcejeando durante unos minutos hasta que un par de policías resolvieron el malentendido. Al final, la trifulca quedó en un desagradable incidente sin mayores consecuencias, ya que el único que resultó herido fue el ego del maltrecho cantante.
Fuente: Daily Mail