El testamento de Jim Morrison fue firmado por el cantante el 12 de febrero de 1969 en Beverly Hills, sin sospechar que su final no estaba muy lejos. Se trataba de un testamento muy sencillo a favor de Pamela Susan Courson, su musa y pareja cósmica durante 6 años. Jim Morrison falleció en París el 3 de julio de 1971, aparentemente, de un paro cardiaco, dejando desolada a Pamela. Sin embargo, no tardarían mucho en reunirse en el Más Allá: tres años después, el 25 de abril de 1974, Pamela Susan Courson sería encontrada muerta en el salón de su casa por una sobredosis de heroína. Al no haber un nuevo testamento, tras la muerte de la joven, todas las posesiones de Jim Morrison terminaron en manos de los padres de Pamela, ya que un tribunal de California falló a su favor al considerar la relación de Jim y Pamela como un matrimonio de hecho, aunque en realidad nunca llegaron a casarse legalmente.