Tom Evans, bajista del grupo Badfinger, se suicidó el 19 de noviembre de 1983 ahorcándose de un sauce en el jardín trasero de su casa, en Surrey. Aunque no dejó ninguna nota de suicido, se cree que las circunstancias que le llevaron a tomar esta trágica decisión fueron una serie de conflictos por los derechos de autor de sus canciones mantenidos con su ex compañero Joey Molland y el primer mánager de la banda, unidos a una demanda multimillonaria interpuesta por un promotor que le reclamaba 5 millones de dólares por incumplimiento de contrato. Sin embargo, su mujer aseguró que sufría depresión y que nunca fue capaz de superar la muerte de su compañero Pete Ham, quien se había suicidado ahorcándose tiempo atrás, en su caso, también por problemas económicos que le imposibilitaban hacer frente a la hipoteca de su casa.