El 4 de julio de 1973, Don Powell, batería del grupo Slade, sufrió un accidente de tráfico que cambiaría su vida para siempre. Aquel día acudió con su novia Angela Morris a una fiesta de cumpleaños en un club nocturno en Wolverhampton, donde pasó un par de horas antes de subirse de nuevo a su flamante Bentley blanco, para regresar a su apartamento. En el camino, el automóvil chocó contra un seto y terminó estrellándose contra una pared. Tras el impacto, ella quedó tirada en medio de la carretera sin vida y él en la cuneta gravemente herido. Dos enfermeras que casualmente pasaban por allí dieron los primeros auxilios a la desafortunada pareja, aunque no pudieron hacer nada por la joven, ya que su cráneo estaba totalmente destrozado. Don Powell, con múltiples fracturas en el cuerpo, fue trasladado a un hospital y allí permaneció en coma durante seis días. En aquel tiempo su corazón paró de latir en dos ocasiones y los médicos tuvieron que perforarle el cráneo para aliviar la presión en el cerebro. Como resultado de todo aquello, perdió el sentido del gusto, del olfato y sufrió una pérdida severa de memoria a corto plazo, lo que le obligó a tener que aprender de nuevo a tocar las canciones de su grupo. En la actualidad, Don Powel sigue sin poder recordar nada de lo que sucedió antes de aquel accidente.