El cantante canadiense Neil Young es un gran apasionado del modelismo ferroviario y de los trenes eléctricos. Esta pasión le llevó a comprar una parte de la marca de juguetes Lionel Trains en los 90 y a inventar varios dispositivos de control remoto para trenes de juguete. Entre sus inventos más destacados sobresale el dispositivo que desarrolló para que su hijo Ben, discapacitado por una parálisis cerebral, pueda controlar los trenes que circulan por la enorme maqueta que ambos diseñaron y construyeron en el granero de su casa. Allí, padre e hijo, pasan las horas muertas ampliando el recorrido de los trenes con nuevos paisajes o sacando brillo a los cristales de las vitrinas que albergan las piezas más valiosas y extrañas de su gran colección de locomotoras. Una actividad que, además de estrechar lazos fraterno filiales entre ambos, sirve al cantante de terapia. Así lo explicaba en su autobiografía Waging Heavy Peace: A Hippie Dream: "Recuerdo que un día David Crosby y Graham Nash me visitaron en el granero durante la grabación del álbum American Dream, y cuando David vio mis trenes, miró a Graham como diciendo: ‘Este tipo está como una puta cabra, se ha vuelto majara. Está obsesionado’. Yo sólo me encogí de hombros. Lo necesito, me mantiene cuerdo. Para mí es un camino de vuelta”.
Fuente: Waging Heavy Peace: A Hippie Dream, por Neil Young