Mientras estaba embarazada de su hija Frances Bean Cobain, Courtney Love, la viuda de Kurt Cobain, no pudo dejar de consumir heroína, aún sabiendo que estaba poniendo en peligro la vida de ambas. Al final, la niña nació con el síndrome de abstinencia y tuvo que estar ingresada en el hospital hasta que su organismo eliminó todas las drogas que le transmitió su madre. Pero la irresponsabilidad de Courtney Love también pudo haber matado a la pequeña años más tarde porque solía dejar las drogas al alcance de cualquiera. Esta costumbre terminó matando a la mascota preferida de Frances Bean, un precioso cachorro que se tragó todas las pastillas de éxtasis de la cantante, creyendo que eran golosinas.
Fuente: Rolling Stone