El 12 de enero de 2002, el cantante Adam Ant fue arrestado después de una trifulca en un pub de Londres, al que había acudido vestido de vaquero, lo que provocó las risas de los clientes y que le tararearan a su paso el tema principal de la película “El bueno, el malo y el feo”. Con unos cuantos kilos de más y con un aspecto muy alejado del que le hiciera famoso, el cantante de mediana edad, que ya por aquel entonces arrastraba un largo historial de enfermedades mentales, perdió los nervios y amenazó con matarlos a todos, antes de salir corriendo del pub. Poco después regresó armado con una pistola de fogueo y con un alternador de un coche que lanzó a través del escaparate del local. Al final, acabó arrestado e ingresado en la unidad psiquiátrica del Hospital Royal Free de Londres. Un año más tarde, en el 2003, fue arrestado de nuevo por tirar piedras a las ventanas de sus vecinos y por desnudarse en otro pub de Londres, en el que se había refugiado tras lanzar la lluvia de piedras. En la actualidad, Adam Ant continúa luchando contra los demonios internos que le atormentan y contra un severo trastorno bipolar.