El 2 de julio de 2008, la lápida de la tumba de Ian Curtis, el fallecido líder de Joy Division que acabó con su vida ahorcándose en la cocina de su casa de Manchester en 1980 a los 23 años de edad, fue robada del cementerio donde descansaban sus cenizas, en Macclesfield, su pueblo natal, para estupor de sus vecinos. Unas semanas más tarde, el 30 de julio de ese mismo año, una nueva lápida, exactamente igual a la anterior, sería colocada en el mismo lugar sustituyendo a la primera. Con la inscripción "Ian Curtis, 18-5-80. Love Will Tear Us Apart", en la actualidad, la lápida original sigue en paradero desconocido, lo que ha hecho sospechar a las autoridades locales que el autor del robo, supuestamente un fan bastante siniestro, haya utilizado este singular fetiche para decorar su hogar, puesto que nunca salió a la venta.