Freddie Mercury, el cantante de Queen, compartió los seis últimos años de su vida con Jim Hutton, un moreno y musculoso hombre que lo cuidó con gran dedicación durante su terrible enfermedad, hasta que falleció el 24 de noviembre de 1991. A pesar de esto, Freddie Mercury dejó la mayor parte de su fortuna a su amiga y confidente Mary Austin. Tras su muerte, Jim Hutton recibió 500.000 libras esterlinas y un pequeño terreno en su Irlanda natal, donde construyó una casa. Allí vivió hasta el 1 de enero de 2010, fecha en la que falleció a los 60 años, víctima de un cáncer de pulmón y no de sida, enfermedad que, por otro lado, le había sido diagnosticada en 1990.