Durante los 80, Rob Halford, además de estar enganchado a las drogas y al alcohol, mantuvo una tormentosa relación con un joven que terminó suicidándose en su presencia. Todo sucedió en la puerta de la casa que la pareja compartía en Phoenix, después de que ambos consumieran grandes cantidades de cocaína y se enzarzaran en una violenta pelea. Cuando Halford trató de huir en un taxi, su novio salió corriendo detrás de él y como no se detenía, le gritó que lo amaba antes de pegarse un tiro en la cabeza a pocos metros del cantante. Tras aquel lamentable incidente, el líder de Judas Priest emprendió una nueva vida alejado de las drogas y así se ha mantenido hasta las actualidad.